La educación no sólo aporta valor social y económico sino que se vuelve un acto de derecho para formarnos íntegramente como personas capaces de vivir una vida plena y satisfactoria. Pese a esto, los esfuerzos por mejorarla no están dando los resultados adecuados y parece que se haya convertido en un engranaje pesado y oxidado difícil de mover y remover.
Durante las últimas décadas han surgido diferentes movimientos de renovación pedagógica. Algunos basados en metodologías y corrientes ideológicas de casi un siglo que por su reciente interés y globalización se observan como innovadoras, otras en contraposición al sistema y que se han venido llamando pedagogías alternativas, y un sin fin de novedades estratégicas o metodológicas que muchas veces vienen de la mano de las nuevas tecnologías. Sin embargo, el verdadero cambio de paradigma lo encontramos con la entrada de las neurociencias a la educación.
Parece tonto pensar que hasta hace poco en educación no se haya puesto el énfasis en el órgano del que depende nuestro aprendizaje, pero es que no es hasta finales del siglo XX cuando la investigación sobre el cerebro se moderniza y acelera dando lugar a lo que hoy se conoce como la década del cerebro, la década de los 90.
El cambio de siglo y de milenio comienza con fuerzas renovadas por lo que la ciencia puede aportar a la educación para mejorarla. Este hecho se ve empañado por las dificultades para comunicar o aplicar a la práctica educativa lo que los investigadores descubren, y por las dificultades que presentan en general los docentes que no suelen comprender el lenguaje científico con el rigor y la profundidad necesaria por falta de nueva formación. Si a esto le sumamos políticas educativas del «pan para hoy y hambre para mañana», ya tenemos el cóctel perfecto para que el nuevo conocimiento sea todo lo contrario a útil para la sociedad.
Este hecho, junto con la locura y el sensacionalismo de vender toda noticia o programa que posea la etiqueta «neuro», ha dado lugar al nacimiento de los neuromitos, que son pensamientos o concepciones erradas sobre el cerebro y su funcionamiento.
Pero volviendo al tema de aplicar las evidencias científicas a la pedagogía, es así como nace una nueva concepción: la neuroeducación. En 1971 el investigador Arthur Benton publica el libro «Introducción a la neuropsicología», del que derivarán estudios entre los que se encuentran la neuropedagogía y la neurodidáctica. En 1988 aparece por primera vez la neurodidáctica como disciplina de estudio de la mano del profesor-investigador Gerhard Preiss, en la Universidad de Friburgo.

En los últimos años se ha venido utilizando el término neurodidáctica como sinónimo de neuroeducación, sin embargo desde este blog reivindicamos los matices que los separan. La educación no es lo mismo que la didáctica, ya que la didáctica está integrada en el fenómeno educativo junto a otros muchos elementos. Pues igual ocurre con la neuroeducación y la neurodidáctica, siendo esta última una ramificación de la primera.
La neuroeducación es una disciplina que estudia el fenómeno educativo y sus aplicaciones desde una perspectiva que incluye los nuevos conocimientos que se están produciendo en torno al cerebro. Trata el proceso educativo de forma global, y se enmarca dentro de un proyecto de centro que implica a toda la comunidad educativa.
¿Qué entendemos por neurodidactica desde Neurodidactic?
La neurodidáctica es la rama de la neuroeducación que se encarga de aplicar los nuevos conocimientos sobre el cerebro y la cognición al proceso mismo de enseñanza-aprendizaje. Engloba a todos aquellos elementos que tienen que ver directamente con dicho proceso como son los recursos humanos, materiales, curriculares y temporales. Se focaliza en la importancia de la relación que se establece entre profesor-alumno y se enmarca en un proyecto didáctico que se nutre del entorno de aprendizaje.
Otras definiciones que hemos encontrado son:
«La neurodidáctica es la aplicación de conocimientos acerca de cómo funciona el cerebro y de cómo intervienen los procesos neurobiológicos en el aprendizaje, para ayudar a que este sea más eficaz y óptimo. Neuro-didáctica: neurología-y-metodologías de aprendizaje unidas. Es poner las neurociencias al servicio de lo cotidiano» (Forés, 2009).
«Neurodidáctica como una rama de las ciencias psicodidácticas que resulta de la aplicación de los avances y descubrimientos de las neurociencias a los procesos de aprendizaje y de enseñanza» (Nieto, 2011).
Sabemos que falta recorrido para que esta disciplina se establezca pues por el momento son pocos los aplicativos, aunque potentes. Pero de igual forma sabemos que el conocimiento por este fascinante órgano que es el cerebro no ha hecho más que empezar, por eso el futuro se ilumina ante posibilidades no imaginadas hasta el momento. Más que soluciones estrella, lo que los docentes esperamos es que nos aporte una base sólida para la toma de decisiones informadas, porque al final el acto educativo no sólo es ciencia.
Será necesario construir nuevos puentes para que la investigación se convierta en práctica y así empezar a andar el camino del diálogo, las metas comunes, la divulgación responsable y la aplicación efectiva.
Sigue a Neurodidactic en las redes sociales
Si vas a utilizar este post, ten en cuenta que está bajo esta Licencia Creative Commons. Puedes referenciarlo de la siguiente manera:
González-García, M. (2018, enero 12). ¿Qué es la Neurodidáctica? [Registro web]. Recuperado de https://wp.me/p8lvx7-9
Bibliografía:
-Martínez-Lage, J. M. (1993). La década del cerebro (1990-2000). Revista de medicina de la Universidad de Navarra, 69-79. Recuperado de https://goo.gl/F2tfR1
-OCDE (2002). Understanding the brain: towards a new learning science. Paris: OCDE
-Estern, E. (2005). Pedagogy meets Neuroscience. Science, 310(5749), 745. DOI: 10.1126/science.1121139
-Forés, A. (2009). Descubrir la neurodidáctica. Barcelona: Editorial UOC
-Nieto, J. M. (2011). Neurodidáctica: aportaciones de las neurociencias al aprendizaje y la enseñanza. Madrid: Editorial CCS
-Segovia, F. (2016). Aproximación al estudio de la neuroeducación: el encuentro de las ciencias con la escuela. Revista Puce, 102, 155-168. Recuperado de https://goo.gl/yhMkdN
Me encantó, es fascinante, pero me interesaría saber que metodologías van de la mano de la neurodidáctica y como ponerlas en practica. gracias
Me gustaMe gusta
Los días 17-18 y 19 de enero participé en el I Congreso Latinoamericano e Internacional de Neurodidáctica, que se desarrolló en la Universidad Andrés Bello de Viña del Mar en Chile y puedo decir que fue excelente dicho congreso pero aún nos falta llevar todas estas investigaciones al aula, ponerlas en práctica se nos hace muy difícil aún.
Me gustaMe gusta
Adriel, nos recomiendas algún ponente para seguirle? 😊
Me gustaMe gusta
ME ENCANTA ESTE TEMA, PERO AHORA ¿CÓMO APLICARLO EN LAS AULAS?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Buena pregunta. Veo muy necesario que los docentes nos formemos en esto porque al final no va a ser el neurocientífico el que venga a diseñar la situación didáctica. Todavía falta poner sobre la mesa experiencias que avalen los cambios, pero yo empezaría por los más básicos ya demostrados. Por ejemplo el trabajo cooperativo, se sabe de su potencialidad y que se basa por ejemplo en el sistema límbico o en las neuronas espejo que demuestran que somos seres sociales que cuando mejor aprendemos es en grupo observando a nuestros iguales.
Me gustaMe gusta
Gracias por su concejo, estoy investigando el como aplicar la neurodidáctica en mi establecimiento educativo en mi país Ecuador y con ello mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje, linda semana y muchas gracias
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te recomiendo entonces también esta lectura «Making Classrooms Better: 50 Practical Applications of Mind, Brain, and Education Science» de Tokuhama-Espinosa. Saludos cercanos, aunque soy de España ahora me encuentro en Perú.
Me gustaMe gusta
Excelente articulo
Gracias
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por tomarte el tiempo de leerlo. Saludos!
Me gustaMe gusta
MUCHAS GRACIAS Y QUE DISFRUTE SU PASEO POR PERÚ
Me gustaLe gusta a 1 persona