¿Cuántas veces al día los docentes nos enfrentamos al reto de seleccionar o crear ejercicios, actividades y tareas adecuadas para nuestros objetivos educativos?
Sin duda es una de las responsabilidades más importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje y que demasiadas veces se hace sin prestar la adecuada atención a las características más importantes para el desarrollo integral de los alumnos.
Cabe señalar las diferencias entre «ejercicio», «actividad» y «tarea». Entender estos matices diferenciadores nos ayuda a construir herramientas educativas más eficaces para nuestro desempeño y el aprendizaje de los alumnos. Estas diferencias son importantes para poder aplicar las siguientes sugerencias neurodidácticas.

En esta lista he intentado resumir de forma breve y sencilla, aquellas características que personalmente considero las más relevantes desde el punto de vista de la neurodidáctica a la hora de confeccionar la programación de aula.
1-Motivadora.
Sorpresas, retos, debates, juegos, proyectos creativos, que emocionen o vinculen intereses propios de los alumnos… En definitiva, que activen la motivación extrínseca (por factores externos) pero sobre todo la intrínseca (por factores internos), que es más auténtica y les genera la capacidad de automotivarse desarrollando la mentalidad de crecimiento y un gusto permanente y sano por aprender.
La curiosidad despierta la emoción, que facilita la atención, condición indispensable para el aprendizaje.
2-Multisensorial.
Utilizar múltiples canales de entrada de la información (audición, vista, tacto, gusto, olfato, e incluso el sistema vestibular y propioceptivo). Cuantas más formas de acceder y comprender una información se utilicen, más enriquecedora es la experiencia de aprendizaje porque asimila diferentes formas de entender la información. Esto ayuda no sólo a su comprensión, si no también a su memorización, recuperación, motivación y capacidad de prestar atención.
El tipo de información y si ésta es nueva o ya es conocida por los alumnos, debe ser el punto de partida para decidir los formatos de presentación, qué canales sensoriales se utilizan y en qué orden, y no el estilo de aprendizaje de preferencia del alumno (neuromito). Los métodos y técnicas deben incluir varios canales sensoriales para ser eficaces.
3-Multimemorística.
Hay que repetir pero de diferentes maneras y a través de diversos formatos: representaciones corporales, teatrales, canciones, poemas, dibujos, fichas, vídeos, construcciones, narrativa, experimentos, blogs, programación,… El aprendizaje, y por lo tanto la memorización, debe darse de forma holística y utilizando los diferentes tipos de memoria que posee el ser humano: memoria de trabajo, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
Los momentos en clase que generen ambientes emocionalmente muy positivos producen «recuerdos anclados», lo que se conoce como marcadores somáticos. También sucede con los muy negativos, por eso hay que evitar las malas experiencias educativas, porque marcan a una persona de por vida. Estos marcadores sirven para evocar recuerdos con rapidez y muy detallados. Generar sorpresa después de una gran espectativa produce marcadores somáticos, por ejemplo.
4-Significativa.
Que tenga en cuenta los intereses y necesidades de los alumnos dentro de un contexto local y global, con objetivos reales que se puedan transferir a su mundo real. No hay niño que no se comprometa con lo que le gusta, además, un contenido aprendido de forma significativa perdura mucho más tiempo en la memoria a largo plazo.
5-Transdisciplinar.
Aprendizaje multicompetencial como en el mundo real. Las competencias se presentan juntas y revueltas, superando las distintas materias o áreas que la forman para ir más allá. Hacer «actividades estanque» es totalmente antinatural y no prepara al alumno ni para la vida real ni para la transferencia de conocimientos.
6-Constructiva.
Que implique los conocimientos previos, guardados en las diferentes memorias del ser humano. Evocar lo que el alumno ya sabe para seguir construyendo su aprendizaje facilita la comprensión y el almacenamiento de los nuevos conocimientos. Aplicado a todo el grupo, la construcción del conocimiento se vuelve colectiva y social, enriqueciéndola más si cabe.
7-Desafiante.
Que implique un reto lo suficiente cercano pero a la vez difícil para que a los alumnos les interese resolverlo sin que lleguen a abandonarlo, bien por estar fuera de sus posibilidades o bien por resultar demasiado fácil, en cuyo caso ya no sería un reto.
8-Crítica y Creativa.
Que impliquen poner en juego el razonamiento crítico y la creatividad. Vivimos en la modernidad líquida, concepto acuñado por Z. Bauman, por lo que hay que educar para lo desconocido como dice el Dr. David Perkins en este vídeo. Más importante que la capacidad de pasar pruebas es que se conviertan en personas que sean capaces de pensar profundamente y conectar ideas que les lleven a la construcción de nuevos conocimientos.
9-Vivencial.
Fundamental sobre todo en la infancia, donde el mundo se conoce a través de las funciones sensomotoras. Se consigue no sólo a través de metodologías activas, si no también dotando a los ejercicios, actividades y tareas de momentos vivenciales a través de los sentidos y el movimiento, utilizando materiales manipulativos y/o sensitivos, y en definitiva aprender haciendo.
10-Social.
Las neuronas espejo, la epigenética, los estudios sociales,… son muestra suficiente de que somos seres sociales. En el aula lo mejor es aprender con los otros y a través del juego.
11-Adaptativa.
Que tenga en cuenta la etapa de desarrollo evolutivo del niño y que contemple e integre la neurodiversidad. Hay que atender de forma equitativa las necesidades tanto de los que más pueden como de los que presentan dificultades para alcanzar las competencias.
12-Formativa.
Que aporte mecanismos de feedback y llamadas que desarrollen el hábito de la autocorrección, para que los conocimientos que se están aprendiendo no se consoliden erróneamente.
13-Rubricada.
No se puede aplicar en todos los casos, pero en aquellos que sí se estime, merece la pena insertar una rúbrica que le permita al alumno conocer de antemano qué se espera de él y de su aprendizaje. Es una guía de navegación y superación para ellos.
14-Estructurada.
Que los ejercicios, actividades y tareas estén bien planificadas y organizadas, ayuda a la comprensión y consecución de los contenidos, objetivos y competencias por parte del alumno, así como al desarrollo de su autonomía. Además, que vayan de menos a más dificultad crean la sensación de progreso, tan necesaria para generar satisfacción y vincular al alumno con su aprendizaje, empoderándolo.
15-Metacognitiva.
Fomentar el aprender a aprender analizando, evaluando y creando; que se ponga en juego el uso de estrategias para aprender mejor; que desarrollen el pensamiento profundo en contraposición a la memorización superficial; que trabajen a su vez con habilidades de pensamiento para que se conviertan en hábitos. En definitiva que encaminen o inciten a los estudiantes a pensar sobre su propio funcionamiento cognitivo y si es necesario a corregirlo.
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